Leer es solamente un sustituto para pensar por uno mismo; significa dejar que alguien más dirija tus pensamientos. Muchos libros, más aun, sirven solo para mostrar cuántas formas hay de estar equivocado, y qué tan lejos te extraviarías tu mismo al seguir sus guías. – Deberías leer solamente cuando tus propios pensamientos se sequen, lo cual por supuesto pasará con suficiente frecuencia hasta en las mejores cabezas; pero hacer desaparecer tu propio pensamiento por levantar un libro es un pecado contra el Espíritu Santo; es como salir de la naturaleza virgen para ver un herbario o grabados de paisajes.
A veces puede pasar que una verdad, una cavilación, que tu has descifrado lenta y laboriosamente pensando por ti mismo pudiese fácilmente ya haber sido escrita en un libro; pero es cientos de veces más valioso si tú mismo has llegado a ésta por tus medios. Pues solo así entrará esta a tu sistema de pensamiento como parte integral y miembro vivo, será perfecta y firmemente consistente con él y en acuerdo con todas sus otras consecuencias y conclusiones, llevando el tono, color y forma de tu entera manera de pensar, y habrá llegado en el momento preciso que se necesitaba; entonces permanecerá firme y para siempre alojada en tu mente. Ésta es una perfecta aplicación, inclusive explicación, de las líneas de Goethe:
Was du ererbt von deinen Vätern hast, Erwirb es, um es zu besitzen
Pues el hombre que piensa por sí mismo se llega a conocer con las autoridades por sus opiniones solo después de haberlas adquirido y meramente como una confirmación de ellas, mientras que el filósofo de libro inicia con sus autoridades, en lo que forma sus opiniones coleccionando las opiniones de otros: su mente luego se compara con las de los anteriores como un autómata se compara a un hombre vivo.
Una verdad que ha sido meramente aprendida se adhiere a nosotros solo como un miembro artificial, como un diente falso, como lo hace una nariz de cera, o a lo mucho como piel transplantada; pero una verdad ganada por nuestros medios es como un miembro natural: por sí mismo pertenece a nosotros. Esto es lo que determina la diferencia entre un pensador y un mero escolar.
Es común ver gente que cree que la realidad virtual es ponerse un casquito y mover las manos. Más lejanos de la realidad no pueden estar, porque la realidad virtual radica no en los aparatejos que se quieran guindar sino en la simulación que se experimenta. Más elementalmente, la realidad virtual es cómo percibimos lo que percibimos, y quién o qué produce ese entorno.
La realidad virtual (real) existe aquí, día a día, en este mundo, en tu cabeza, en la mía y en miles de otras simulaciones. Tal vez por The Matrix, para la gente ya no es esotérico el tema de que vivimos en una simulación (hay hasta doctorados al respecto) pero por desgracia tales aseveraciones nunca son tomadas como válidas por las grandes masas.
Hay, sin embargo, un grupo de científicos que no son del "establishment" que parecen concordar conmigo en muchas ideas acerca de lo que es la realidad y lo que son las simulaciones. Un corto blog no le puede hacer justicia a tales argumentos, por lo que voy a tener que escribirlos de a pocos y en diferentes tiempos.
De particular interés me parece David Deutsch, quien trata, con mucho éxito, de amarrar cuatro corrientes inconexas de la ciencia: la evolución (de Richard Dawkins), la física cuántica (de Hugh Everett), la epistemología (de Karl Popper) y la computabilidad (cuántica, de David Deutsch) como una sola ciencia que define la realidad como la percibimos, y las demás realidades también.
David Deutsch es de los originarios de ideas como el multiverso y la computación cuántica, que para el mae es un queque porque desayuna espacios de Hilbert y almuerza transformaciones de bras y de kets. Una de sus más famosas publicaciones cortas está aquí: Many Worlds.
Crean o no en múltiples universos, crean o no en niveles de realidad virtual, lo cierto es que ya son mucho más que teoría y hasta se han construido pequeñas máquinas de computación cuántica que aprovechan estas y otras características de la naturaleza.
Les recomiendo el libro The Fabric of Reality, ISBN 0-14-014690-3, para que lo compren si tienen la oportunidad y el interés en aprender el profundo transfondo de la realidad virtual, el multiverso y la computabilidad.
Creo que algún día la ciencia y Dios finalmente se van a tocar.
Esta es una de esas imágenes que valen más de mil palabras, aunque haya que explicarla un poco. Explica la distribución de los $140 trillones que existen, y los sectores que comparten capital interregional.
Parece ser que todas las regiones del mundo dependen totalmente del corazón económico del planeta, conocido como los Estados Unidos de América.
Muchos dirán que los gringos están así porque son unos gorriadores, y seguro tienen razón. Lo cierto es que una de dos: o nos unimos a ese poder económico, o nos lleva la grandísima.
Me llama poderosamente la atención que en la gráfica falta un continente entero: África. Pobres negritos, de verdad que aquí la gente se queja por cualquier tontera.
Más información aquí: http://online.wsj.com/article/SB116839213664272112.html
Hoy me topé a Ottón Solís en CNN, hablando del monotema. Yo en lo personal necesito que se firme el TLC para conservar mi trabajo (es una empresa gringa), y por un momento pensé en pasar de canal y olvidarme del Partido Acción Comunista.
No lo cambié. Le agradecí al cielo que existe un contrapeso a mi opinión, y que el monotema no es tan monocromático. Sin Ottón, el TLC no sería un tema interesante.
Costa Rica está plagada de censura (solo hay que urgar un poco para darse cuenta) pero por lo menos hay un debate rico y sano. Al final de cuentas, todos ganamos cuando hay debate.
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Aunque solo se tenga argumentos espurios.
