viernes, 20 de julio de 2007

Diez mil días en el fuego: alas para María Elena


(gracias a Tool pude llorar a mi madre 8 años después de su muerte)
(la imágen es de David Bovey)

Vos... vos creíste... vos creíste en movimientos que nadie veía... vos creíste en mí.

Un espíritu apasionado, sin compromisos, sin ataduras y abierto, luego inmovilizado.

Rota, caíste en manos de esos movimientos que yo no vería. Aun así, fuiste vos quien rezó por mí. ¿Pero qué he hecho yo para ser el hijo de un ángel? ¿qué he hecho para merecerlo?

El día se apaga dejando solo los fríos fluorescentes. Es difícil verte con esta luz. Por favor perdoname esta pregunta egoísta, pero ¿qué les voy a decir a todos estos necrófagos esta noche?

"Ella nunca dijo una mentira. Bueno, pudo haber dicho mentiras pero nunca vivió una."
"No tuvo una vida, no tuvo una vida. Pero sí salvo una."

¿Ves? estoy bien ahora, es tiempo de que te deje ir.



Oí las historias y fantaseá; cómo seguiríamos el camino del héroe. Rajá acerca del día en que los ríos de desbordaron, de cómo estuvimos a la altura de nuestro halo.

Oí las historias y razoná; en nuestro camino a los brazos del Salvador, aparentando todos los juicios y tribulaciones, que ninguno de nosotros ha pasado por todo eso. No como vos.

Hermanos ignorantes se reúnen en la congregación a forzar la cara de condolencia, discúlpenme (me voy). Ninguno de ellos es siquiera digno de alzarte una candela, cegados por elección, estos hipócritas no ven nada.

Pero, basta ya de este Judas colectivo. ¿Quién puede negar que fuiste vos quien iluminó tu pedacito de lo Divino? Y esta lucecita mía, regalo que me diste, la dejaré brillar para que te guíe el camino, tu camino a casa.

¿Oh, ellos qué harán cuando se apaguen las luces, sin tenerte a vos para guiarlos a Sion? ¿Qué harán ellos cuando los ríos se desborden, más que temblar sin parar?

El camino es alto, pero todos los ojos están en el suelo. Vos fuiste la luz y el camino del cual ellos solo leerán. Yo solo rezo que el Cielo sepa cuándo levantarte. Diez mil días en el fuego es suficiente tiempo; vos te vas a casa.

Solo vos podés alzar tu cabeza en alto, agitar tu puño en las Puertas mientras gritás:
"¡Ya llegué a casa!
Tráiganme al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
Díganles que Su pilar de fe ha ascendido.
¡Ya es mi hora!
¡Mi hora!
¡Denme mis...
Denme mis Alas!"


Vos sos la luz y el camino del cual ellos solo leerán.

Siendo como soy en mi forma y mi arrogancia, con el salto de fe dejado solo a los creyentes, vos fuiste mi testigo, mis ojos, mi evidencia, María la incondicional.

El día se apaga dejando solo los fríos fluorescentes. Es difícil verte con esta luz. Por favor perdoname esta sugerencia atrevida, pero si vos le ves la cara al Creador esta noche, velo directo a los ojos y decile: "Nunca viví una mentira, nunca tomé una vida, pero sí salvé una. Aleluya, es hora de que me traigas a casa".

4 comentarios:

Foodie dijo...

no creo que nada que yo diga le haga complemento a estas palabras tan bellas :)

U.A.S dijo...

Lo mismo digo... Comento solo por costumbre, pero hay entradas tan profundas que cualquier cosa que se diga suena a idiotez (para muestra un botón...)

Andrea dijo...

PRECIOSO!!!
y aun asi me quedo corta...
(K) (L)

KMOS dijo...

:O siiii... esas piesas lo joden a uno T.T o bueno... mas bien lo componen?.. n_____n

dichosa ella ke ya llego a casa... y dichoso vos x ke te enjendro un angel!!!
... debe star muy orgullosa desde vos alla arriba! :)