Razonando
Entrar en razón no es fácil cuando estás ahogado en tus priopas emociones. Qué fácil es observar a los demás, desde afuera, y saber fríamente lo que hay que hacer o no hacer; a veces es difícil entenderse a uno mismo, y admito que hace pocos días entendí algo nuevo acerca de mí. Soy un mero mortal, un hombre cuya mirada constantemente busca luz, sin afán de riqueza ni sed de poseer nada fuera de los dominios de mi propia mente.
Razonando se llega a Roma. O a Tokyo. O a dar una conferencia en TED. Razonando también se descubre el universo en un átomo. Razonando me autodescubro, me asombro. Razonando encontré mi corazón, y ahí descubrí que tenía que razonar menos y sentir más. Sentir más.
Y fue sintiendo que entendí. Entendí que escribo cuando mi corazón necesita algo. Los deseos del corazón mueven mis letras, siempre latentes, constantes, vivas, sangrando emoción. Y sintiendo... sintiendo, aprendí a razonar.
Me encanta, me fascina lo que descubro día a día.
'Cause I'm bigger than my body gives me credit for...