viernes, 11 de julio de 2008

El tiempo y yo


Hace unos días veía una película que trataba de una joven mujercita que debía asumir responsabilidades en su hogar; en una escena, ella consume algún tipo de ácido con su novio "mientras me sale algo mejor" y empiezan a alucinar. En el diálogo de la película mencionaron algo que me llamó la atención: él le decía a ella


"el tiempo no existe, yo soy el tiempo, tu eres el tiempo..." 

y así continuó por un buen rato. De la película no hay nada más rescatable, al menos no para esto que estoy escribiendo. Se deben estar preguntando: ¿qué rayos le llamó la atención de un comentario de una mente drogada? Como decían en Escuela para Todos: oigamos la respuesta!!!

Vengo pensando en el concepto de la mente desde hace muchos años. He de admitir que no he avanzado nada, entre más razono al respecto más me doy cuenta que menos entiendo. De hecho no solo no he avanzado, sino que he retrocedido.

El tiempo, al igual que la autoconsciencia, es un concepto difícil de describir sin recurrir a él mismo. Al tiempo hay que descomponerlo en sus partes, necesariamente, para entenderlo. Quiero dejar el concepto cuántico por fuera durante este ensayo, solo por el bien de la argumentación, a sabiendas que lo que escribo no tiene sentido si se toma la mecánica cuántica en cuenta.

Podemos observar 3 partes del tiempo:
  • La dirección en que se mueve el universo;
  • La dirección en que aumenta la entropía termodinámica de los sistemas;
  • La dirección psicológica del tiempo (la que percibimos).
Las 3 partes del tiempo concuerdan en dirección, todas se mueven hacia adelante. El universo parece expandirse, y dados nuestros modelos actuales, el universo solo puede expandirse en esa dirección del tiempo sin que las cosas salgan muy mal. Si el universo se expandiera mientras el tiempo transcurre para atrás, o si se contrajera mientras el tiempo va hacia adelante, las condiciones necesarias para la vida no se darían (o al menos eso creemos).

La entropía de los sistemas aumenta en la dirección del tiempo hacia adelante. Si los sistemas bajaran su entropía con la dirección del tiempo hacia adelante, o si los sistemas aumentaran su entropía para atrás en el tiempo, veríamos que los floreros quebrados se rejuntan solos del suelo y brincan hacia la mesa para quedar armados al caer.

La dirección psicológica del tiempo es aquella que percibimos. Nos movemos hacia el futuro, viniendo del pasado, pero siempre estamos en el presente. Podemos recordar para atrás pero no para adelante. En nuestra mente cada vez hay más memorias y entendemos mejor las cosas, y esto nos permite tomar el caos y convertirlo en orden (este esfuerzo mental genera calor, equilibrandose así las leyes de la termodinámica).

¿Lo notaron? Nuestra mente convierte el caos en orden, un poco en contra de lo que el mismo universo tiende hacer con su entropía. ¿Acaso eso significa que nuestra mente está en constante violación de la dirección del tiempo? El tiempo está intrínsecamente unido a la entropía termodinámica, y si nosotros podemos disminuir la entropía y crear orden a partir del desorden, podríamos decir que nuestra propia mente tuerce la dirección del tiempo en la realidad, forzándola a ir para atrás.

La mente humana percibe el tiempo en una dirección, pero es capaz de hacer cosas con sus manos que la naturaleza no puede hacer. Esta computadora en la que escribo es casi absolutamente improbable que pueda ser generada por un proceso natural, sin intervención de la inteligencia, pues reúne una cantidad de orden altísimo, extraído de un desorden también altísimo. De la misma forma, el universo puede ser modificado por la inteligencia, pues cabe dentro de lo imaginable el pensar que la humanidad del futuro (o cualquier otro ser inteligente de este multiverso) pueda extraer energía de las estrellas, mover planetas, mover sistemas solares enteros, disponer galaxias a su antojo. En ese momento, el universo será suyo y la dirección del tiempo dejará de importar.

¿Será entonces posible que ese drogadicto tenía razón? ¿Será que nosotros somos el tiempo, y no nos hemos dado cuenta aun?

***
Bonus!
I Met the Walrus (entrevista a John Lenon 1969, con animación)

5 comentarios:

Amorexia. dijo...

Hice un pacto de coexistencia pacífica con el tiempo, ni el me persigue, ni yo huyo de él, algún día nos encontraremos. Mario Lago.

jaleló dijo...

Qué profundo tu post,creo que ma hará falta má TIEMPO para analizarlo...
Saludos
[A fellow vegetarian who cherishes all life...]

Anónimo dijo...

El tiempo se me escapa, necesito recuperar esos minutos perdidos... si tan sólo pudiera reencontrarme con "ella"... snifff... muy buena lectura, yeah!

aquiles dijo...

Error:
"Esta computadora en la que escribo es casi absolutamente improbable que pueda ser generada por un proceso natural"

Esa computadora en la que escribe es n veces más lenta para procesar información que SU cerebro, la tarjeta es n veces inferior SU nervio óptico... y ambos fueron generados por un proceso natural!

Además.... no se si me equivoque... pero la entropía no es la tendencia a organizarse en un estado probable? O sea... si tiene una piscina llena y una vacía, y abre una compuerta entre las dos... le van a quedar dos piscinas medio llenas... (o medio vacías para el pesimista)

David Obando dijo...

Sí, la entropía es la tendencia a organizarse en un estado más probable que los demás, y da la casualidad que los estados caóticos son los más probables. A mayor caos, mayor posibilidades tiene de salir.

El cerebro es miles de veces más complejo que esta computadora, por supuesto. El planeta tierra también lo es. Sin embargo, la entropía en mi computadora es mucho menor que la entropía en mi cerebro o en el planeta en el que habito, de ahí el comentario.